Rasca tu corazón pequeña bestia,
y no te olvides de sacar todo lo malo
aunque te lleve la vida por tanto rascar.
Muerde los pelos, muérdelos otra vez,
y otra vez, hasta tener tus encías
más peludas que tu corazón
Destripa las tripas hasta partirlas
en mil pequeños trocitos
todos cubiertos por tu hiel
Corta tus cortezas y
sirve tus sesos sazonados,
vale más su sabor que
mil pensamientos en tu jardín
Apaga tus chakras que te complican
y deja solo el cuarto.
Apaga todos hasta que solo sea
un pulso tibio sin dolor
Entonces, y solo entonces,
berrea tu hambre de vida, tu hambre de sol.
Mira alrededor, pisa el suelo donde estás
Y brilla pequeña bestia porque la vida
es lo único que traemos y lo único que llevarás.
Respira pequeña flor y no digas ni si, ni no.
Todo tu tiempo de fango es hoy
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